ARIDOAMÉRCIA
En la zona norte de la actual República Mexicana y en el sur
de los Estados Unidos, entre las cordilleras occidental y oriental de la Sierra
Madre, las condiciones ambientales determinaron en gran medida la vida de sus
pobladores. En estas regiones extremadamente áridas, con lluvias escasas e
irregulares, con grandes llanuras y serranías semidesérticas, era prácticamente
imposible cultivar, por lo que la mayoría de sus habitantes fueron nómadas,
excelentes conocedores de su fauna y flora.
Los pueblos
de Aridoamérica habitaban cuevas y se alimentaban con nopales, agaves y
bellotas; sobrevivían consumiendo la fauna y flora del desierto, en lo
referente a instrumentos, utilizaban hachas, metates de laja, martillos de piedra;
y arcos con flechas para cazar. Existen evidencias de que practicaron el
comercio intercambiando pescado que se obtenía de alta mar, pescaban con botes
de madera y se establecieron en aldeas sobre todo durante el invierno.
Aquellos
grupos humanos mantuvieron contacto con los pueblos de Mesoamérica, por lo que
algunos practicaron durante breves periodos de tiempo formas primitivas de
agricultura. La dura vida en el paisaje desértico no les permitió dedicarse a
actividades refinadas como la escritura, la construcción de pirámides y una
cultura urbana. La permanencia de esos grupos nómadas de
cazadores-recolectores, en un entorno difícil debe verse sin embargo como un
notable logro cultural.
Los pobladores de Oasisamérica ocuparon valles de clima seco, casi desértico, donde la vegetación es escasa, por lo que la agricultura exigió la canalización de las corrientes de agua superficial y el almacenamiento del agua de lluvia. Se trata de un área geográfica regada por importantes corrientes de agua, como los ríos Yaqui, Conchos, Bravo, Colorado, Gila y Casas Grandes, lo que permitió un clima más benigno que el de la región norte de Aridoamérica, completamente desértica. Las condiciones favorables de Oasisamérica posibilitaron el desarrollo de las técnicas agrícolas que habían sido importadas desde Mesoamérica, mientras Aridoamérica sólo utilizó la siembra de algunas plantas, como una actividad complementaria a la caza y a la recolección.
Mesoamérica
Mesoamérica
es el área del continente americano limitado por las siguientes fronteras: al
norte, en el actual territorio de México, el límite está marcado por una línea
que cruza desde el Río Fuerte y baja hacia el sur hasta los valles del Bajío,
para luego seguir hacia el norte hasta el Río Pánuco. Por el sur, Mesoamérica
incluye los territorios actuales de Guatemala, El Salvador, Belice y las
porciones occidentales de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Mesoamérica
integra una macrorregión cultural de gran diversidad étnica y lingüística, cuya
unidad cultural se basa en los siguientes elementos: la agricultura del maíz;
el uso de dos calendarios, uno ritual de 260 días y otro civil de 365 días; la
práctica de sacrificios humanos y el desarrollo de sociedades diferenciadas, de
gran complejidad sociopolítica, como olmecas, teotihuacanos, zapotecas, mayas,
mixtecas, toltecas y aztecas o mexicas.
En
Mesoamérica existieron sociedades con diversos grados de desarrollo y
complejidad que confluyeron en una historia compartida que puede dividirse en
tres grandes periodos: el Formativo o Preclásico, el Clásico y el Posclásico.
Oasisamérica
Oasisamérica se define como el área intermedia entre las culturas de los
nómadas cazadores-recolectores del desierto del norte y las altas culturas
mesoamericanas. El contacto de los pueblos de Oasisamérica con los de
Mesoamérica se incrementó con los movimientos poblacionales que tuvieron lugar
en torno al año 200. El crecimiento de la población mesoamericana favoreció las
migraciones hacia el norte y fortaleció el comercio con las tierras lejanas de
la Sierra Madre Oriental y de la Sierra Madre Occidental, fortaleciendo la
región llamada Oasisamérica.
El desarrollo cultural de Oasisamérica, favorecido por la influencia
mesoamericana, se centró en tres grandes culturas agrícolas: la anasazi, la
hohokam y la mogollón, que se extendieron desde el territorio de los actuales
estados de Utah, Arizona, Nuevo México, Colorado, Nevada y California, en
Estados Unidos y hasta el sur de Chihuahua, en México. Además, la cultura de
Oasisamérica iba desde la costa sonorense del golfo de California, hasta el
valle del Río Bravo. El sitio arqueológico más representativo de Oasisamérica
es el de Paquimé, en Casas Grandes, Chihuahua, que vivió su esplendor hacia el
año 600.
Los pobladores de Oasisamérica ocuparon valles de clima seco, casi desértico, donde la vegetación es escasa, por lo que la agricultura exigió la canalización de las corrientes de agua superficial y el almacenamiento del agua de lluvia. Se trata de un área geográfica regada por importantes corrientes de agua, como los ríos Yaqui, Conchos, Bravo, Colorado, Gila y Casas Grandes, lo que permitió un clima más benigno que el de la región norte de Aridoamérica, completamente desértica. Las condiciones favorables de Oasisamérica posibilitaron el desarrollo de las técnicas agrícolas que habían sido importadas desde Mesoamérica, mientras Aridoamérica sólo utilizó la siembra de algunas plantas, como una actividad complementaria a la caza y a la recolección.
http://www.conocimientosfundamentales.unam.mx/vol1/historia/m01/t01/01t01s01c.html
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